lunes, 14 de noviembre de 2016

Psicotrading. Emociones y psicología en el trading.

Hoy vamos a hablar de Psicotrading. 

Pero ¿qué es el psicotrading? A mi entender, el psicotrading no es nada más que las emociones que surgen en el trading. El mercado está movido en gran parte por la psicología colectiva, que su vez es movida por las emociones, así que si queremos dominar el mercado tenemos que conocer en profundidad las emociones que nos invaden para realizar la actividad del trading de la manera más racional posible y que dichas emociones no afecten nuestros resultados.

Vamos a hacer un repaso por los distintos estados emocionales que toda persona atraviesa cuando se enfrenta a los mercados financieros poniendo en riesgo el dinero que tanto le ha costado ganar.

  • Miedo: Es muy frecuente sentir miedo cuando se empieza a hacer trading. Incluso en etapas posteriores, es algo que nunca termina de desaparecer. ¿Y miedo de qué? Si como mucho podemos perder dinero... Básicamente miedo a la pérdida y miedo a estar equivocados. Por otro lado también sentimos miedo cuando sentimos que las cosas no están bajo nuestro control.
Su antídoto: Hay que comprender que no es necesario que yo sepa qué va a hacer el mercado en todo momento, es decir, de alguna manera tenerlo todo controlado para tomar partido y ganar de forma consistente. Sumado a que cuando surge la opotunidad de realizar una operación, siempre existe el riesgo de perderla, riesgo que yo predefino y acepto. Si predefino y acepto el riesgo plenamente, y soy consciente de que no puedo ni debo controlar el mercado, en la medida que aceptemos estos hechos y vayamos convirtiéndonos en traders consistentes, el miedo irá minimizándose hasta prácticamente desaparecer.
  • Avaricia o Avidez: a veces el hecho de ganar, crea un efecto de avidez o necesidad de seguir ganando, o de que la ganancia es poca, aunque inicialmente fuera nuestra expectativa. En este caso surge el sentimiento de avaricia, o de querer más. Y si encadenamos una racha de operaciones ganadoras, esto se maximiza, corriendo el riesgo de sobreapalancarnos, sobreoperar o dejar correr una operación que ya ha llegado el momento de cerrar.
Su antídoto: en este caso, es necesario dimensionar las posibilidades reales de nuestra cuenta y ponernos objetivos razonables y alcanzables, que no tienen por qué ser bajos, no estamos hablando de conformismo sino de objetivos razonables que el mercado en cuestión de movimiento y el tamaño de nuestra cuenta en cuestión de lotaje, nos pueda proveer. Pensemos en algo: mientrás más necesites o esperes ganar dinero menos podrás ganar en el mercado.
  • Impaciencia: nuestro ideal de trading es abrir la operación, e inmediatamente aparecer unas velas enormes a nuestro favor y empezar a correr las ganancias. Esto generalmente, y por no decir casi siempre no es así. Es necesario un tiempo de espera en el que la operación puede estar en negativo durante un breve periodo (y por supuesto convertirse en perdedora!). Otra vertiente de la impaciencia es la impulsividad a la hora de esperar las señales, pues muchas veces nos precipitamos y nuestro cerebro nos "engaña" viendo patrones donde lo que hay es ruido, es otro efecto de la impaciencia.
Su antídoto: hay que ser conscientes del hecho de que las operaciones requieren un tiempo de cocción razonable y esperar ese tiempo con confianza en la operación. Las nuevas oportunidades también requieren de un tiempo, al igual que una tierra fértil requiere de un periodo de recuperación después de una cosecha.
  • Rabia o impotencia (frustración): esta emoción no es tan frecuente pero también suele suceder, sobretodo cuando dejamos escapar oportunidades o el mercado nos juega "malas pasadas" tocando nuestro stop para luego seguir el curso que habiamos proyectado, o cuando encadenamos varias operaciones perdedoras aparentemente haciendo las cosas bien.
Su antídoto: hay que entender que perder, equivocarse, a pesar de estar en lo correcto o de creer estar en lo correcto va a ser algo que va a ocurrir con frecuencia, por la naturaleza probabilística del mercado. En la mayoría de los casos, lo mejor que podemos hacer es analizar qué nos está doliendo y ver qué estamos haciendo mal. El mercado no está contra nosotros, es algo neutro, sin embargo nosotros mismos sí que nos podemos volver contra nosotros cuando por ejemplo no somos disciplinados a la hora de tomar las decisiones o seguir con fidelidad nuestro plan de trading.
  • Euforia: esta emoción surge cuando tenemos una operación especialmente buena o una racha de ganancias. ¿Y por qué sería negativa la euforia y si es una emoción positiva? Porque la euforia es una inyección de adrenalina que nos pone en un punto de apetito por el riesgo, lo que puede derivar en sobreapalancamiento/sobreoperar haciendo que perdamos lo ganado en esta racha o incluso más.
Su antídoto:  Ganar es una consecuencia natural de hacer bien las cosas, y hay que tratar de cambiar la euforia por el pensamiento de que ese resultado tan bueno ha sido fruto de ciertas acciones que debemos repetir en el futuro y no  por ello tenemos el éxito asegurado, ni somos imbatibles.
  • Desánimo o depresión: este caso es el opuesto a la euforia y se da un sentimiento de derrotismo o de abatimiento sobretodo cuando encadenamos varias pérdidas. Llegando a pensar incluso que no se puede ganar en el mercado. 
Su antídoto: para este caso no queda otro remedio que la retroalimentación, necesitamos verdad sobre lo ocurrido, que puede ser falta de conocimiento o mala práctica por nuestra parte. Ambas cosas corregibles si uno está decidido a seguir aprendiendo, lleva un registro de sus operaciones y se retroalimenta adecuadamente.

Puedes ver el vídeo del canal de youtube relacionado:

Hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario